lunes, 12 de marzo de 2012

El ligero peso de un globo...



A) FICHA TÉCNICA
http://blogs.educared.org/pescandoideas/2007/07/14/cine-y-educacion-el-globo-rojo/

B) VÍDEOS



C) ANÁLISIS
     En un universo mediatizado e informatizado hasta límites exacerbados, ¿cómo interfiere esto en los niños y en la visión cinematográfica que se nos muestra de ellos?  ¿qué mundo muestran y de qué manera lo construyen esas nuevas TIC´s?
     La representación del niño en tan amplios ámbitos: dotándolo de maldad, de puente comunicativo entre el mundo real y el del “más allá”; por otro lado, representando la figura infantil como la expresión máxima de bondad e inocencia, como el único y más importante principio y, a su vez, meta por la que luchar contra las adversidades de la vida…
     “¿Puede ser acaso que idealizaciones tan dispares puedan responder a que es la figura infantil esa gran desconocida para todos?” Lo que implicaría definir cuáles son las verdades, cuáles son las mentiras, y por qué...
     ¿Quién se atreve a clasificar a los niños más allá de ámbitos ya investigados como el desarrollo biológico y conductual?, ¿qué hay más allá de las causas – efectos que provocan el comportamiento de un niño? Todo promete proliferar a gran escala y con vistas primordialmente económicas de manera cinematográfica en la “visión” del niño que sea más rentable en ese momento...
    De esas pocas obras maestras como las de Kiarostami, Lamorisse y Erice, quizás puedan sacarse aportaciones mucho menos superfluas: presentan análisis de las problemáticas sociales, culturales, económicas y políticas que armonizan de algún modo con la representación de la niñez o algún aspecto de ella. Son ellos quienes posibilitan (entre no muchos otros) la relación cine – niñez como no lineal, sino entendida como un bagaje muy denso de compenetración y posterior complementación.
    A la pregunta: ¿qué dice la película sobre...? Es una pregunta que abre ejes, esquemas y más preguntas, como por ejemplo, el rol que ocupa el/los personaje/s principales y secundarios que aparezcan, cómo aparece representada la escuela, el trabajo, el poder o no poder (hacer, decir, conseguir, etc.) algo, las decisiones, el amor, la amistad, las relaciones, los conflictos del / de los personaje/s… Es consecuencia de esto que, tanto el final de la historia, como los posibles significados del globo y ciertos segmentos de la historia, han adoptado un sinfín de significados: desde sueños de la niñez, hasta tintes religiosos de muerte y resurrección.
     Tomemos unas referencias:
- Con los hermanos Lumière, se innova en las imágenes y descubren una nueva manera de ver la realidad desde la perspectiva del movimiento.
- Louis Delluc llevó a cabo las primeras formulaciones teóricas sobre los valores del cine (elementos de creación artística).
- A finales de la década de los 20, Bela Balázs habla de los elementos que hacen del cine un arte, como el encuadre de un fragmento de la realidad que el autor selecciona y que supone un acto de reflexión artística: el primer plano, que aísla y agranda los objetos/actores convirtiéndolos en personajes de primer orden; el montaje de los planos como si fuesen palabras, para construir frases visuales…
- Las sinfonías metropolitanas y el simultaneismo (década años 20), es una tendencia que arranca del concepto `orquestación visual': son obras cinematográficas que se articulan según pautas musicales. Este cine huye de las interpretaciones, propone una sugerencia visual, y también huye del guión porque lo que busca es articular las imágenes con la ambición de que se conviertan en atractivos visuales que, junto a las sinfonías musicales, potencien los valores del cine frente a los meramente narrativos.
Según Moholy−Nagy, “la cámara puede moverse, se puede jugar con contrastes de luces y sombras, de volúmenes y líneas y todas estas imágenes se reúnen utilizando una pauta o ritmo musical.”
    En el caso de Le ballon rouge, es un movimiento visual y sonoro (musical) el que guía un obra que se entiende sin palabras. Esta obra, entendida como pieza artística, da vida y encuadra a un objeto como protagonista a elección de Lamorisse, que crea un mensaje a través de elementos de percepción sensorial, relegando la comprensión de diálogos y tramas con sentidos dobles, de inesperados (pero predecibles al mismo tiempo) finales, al plano de lo prescindible en su trabajo.
    Cabe mencionar que gracias al significativo paso del cine mudo al cine sonoro (así lo demuestran los grandes éxitos que tuvieron las películas musicales de la época), el sonido se convirtió en el esclavo en vez de en el maestro de la pantalla. Es por eso que al ver obras como ésta y a propósito de la banda sonora, obra del compositor Maurice Leroux: ¿es realmente el hilo conductor el globo, la música, el niño…? No parece posible el entendimiento de Le ballon rouge separando sus elementos, la música parece acompañar los tintineos y movimientos del globo y, al mismo tiempo, el globo acompasa los pasos del protagonista.
     En conclusión, en esta obra se comprenden todas las preguntas posibles que uno pueda hacerse acerca de algo tan cotidiano como es un niño y, a la vez, tan desconocido: sus motivos, sus anhelos, sus pretensiones del entorno que le rodea… Lamorisse nos retrata una historia aparentemente simple, pero que logra incentivar la búsqueda de simbolismos o metáforas que no hacen, sino alentar a nuevas resoluciones, nuevas dudas, a descubrir nuevos desconocimientos. 
    Por ello, una interpretación de esta obra es lo menos certero: no se trata sino de ver, oír, sentir cómo Pascal recorre las calles, cómo cambia su paso dependiendo de la escena y circunstancia en que se encuentra; percibir cómo un elemento a priori infantil, puede llevar el peso de la historia.
    Realmente Le ballon rouge podría ser la lección más simple y clara de que no todo es lo que parece, ni el globo, ni la infancia, ni el cine…
FDO: Azahara Horrillo Fernández

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