A) FICHA TÉCNICA
B) TRÁILER
C) ANÁLISIS
Responsabilidad
y honor: el paso invisible del tiempo
Maurice Béjart expresaba con su
labor las problemáticas cotidianas del Hombre: su soledad, su violencia, su
expresividad… así como valores principales de esos incuestionables en toda obra
(sea social o no) que se precie: la perfección, la exigencia, la angustia, la
responsabilidad y la lucha…
“No mires atrás. Pase lo que pase, avanza”
(M. Béjart)
Precisamente en la reflexión sobre
la idea de lealtad y no ruptura con respecto a lo anterior y tomando, en esta
ocasión como punto de partida la obra El
esfuerzo y el ánimo (Arancha Aguirre, 2010) que versa sobre el ballet del
propio Béjart, hemos de pensar en qué tenga que ver (o no) con esa Educación
Social que decimos, nos ocupa.
Uno de los valores transversales que se muestran es cómo algo que sale desde la comunidad puede y debe volver a ella en un mismo compromiso, como proceso de aprendizaje y conservación de algo considerado un bien colectivo por y para todos: orgullo, proyección y representación de su comunidad en una mezcla entre algo así como:
Uno de los valores transversales que se muestran es cómo algo que sale desde la comunidad puede y debe volver a ella en un mismo compromiso, como proceso de aprendizaje y conservación de algo considerado un bien colectivo por y para todos: orgullo, proyección y representación de su comunidad en una mezcla entre algo así como:
-
el Ciclo del Agua:
de donde una riqueza evoluciona, se desarrolla y se reinventa para convertirse
en aquello que permita la vuelta al inicio, la eterna evolución dejando
apertura a la revolución en un momento dado.
- la
Metamorfosis : de donde un bien (que en un principio pueda surgir de la
financiación económica, como “larva” en bruto) se transforme en una “mariposa”
bella, admirada y admirable por y para todos, como una conversión en bien
cultural, un principio que nació para transformarse en ese fin.
Pero, ¿la única manera de custodiar y seguir avanzando a partir de las “bases del maestro” es consolidar una “compañía” con nuevas producciones? ¿Acaso vivir sólo de las rentas no sería suicida?
Pero, ¿la única manera de custodiar y seguir avanzando a partir de las “bases del maestro” es consolidar una “compañía” con nuevas producciones? ¿Acaso vivir sólo de las rentas no sería suicida?
Más
allá de entrar en comparaciones sobre el concepto de Cultura y Educación
franceses y en cómo afecta o no, enmudece o no, etc. a las concepciones
españolas, uno de los puntos principales de este documental es la PROYECCIÓN social y
cultural que supone, para lo que se pueden adoptar tres puntos de análisis:
1) el arte en la educación y como contenido
educativo de la Educación Social.
Cómo trabajar, por ejemplo, con la danza como herramienta educativa.
Se
puede abordar la presente cuestión de dos maneras que en cierto modo, están
interrelacionadas, así:
-
LA DANZA COMO
UN DERECHO DE ENSEÑANZA MÁS: La danza, como enseñanza artística equiparable
y reconocida como tal, hace tiempo que dejó de ser esa ocupación bohemia en la
que muy pocos albergaban esperanzas de futuro más allá de una simple vocación o
afición. Más aún, el arte en todas sus facetas, una de ellas la propia danza,
es una parte obligada y necesaria de la Cultura sea cual sea la división a la que la
sometamos, en este caso: Alta Cultura o Cultura de Élite, Cultura de Masas y
Cultura Popular.
Es
así como, considerando la
Identidad social y cultural de un individuo como construcción
ideológica (aunque no sólo), cualquier punto que pueda suponer conexión y
desarrollo personal dentro de los márgenes que siempre se han de recordar
(remitiendo a los Derechos Humanos), constituye un perfecto instrumento de
motivación y potenciación educativo a usar y/o al que acceder, representaría
tanto un derecho como un deber.
-
LA DANZA COMO
UN PROCESO SIGNIFICATIVO: Al hablar del arte como contenido educativo de la
educación social, también podemos pensar este punto como la forma de abordar
una determinada tarea educativa a través del arte. No es más lo que se pretende
ilustrar que la forma de pensar en el arte a la hora de educar y, ahora, en la
educación que puede suponer el arte si éste se aborda de una forma integral y
dirigida hacia un fin.
Hablamos pues de incluir ni más ni menos el
arte dentro de las herramientas que dispone el educador a la hora de trabajar,
un arte que refleje simplemente esa Identidad Social y Cultural con la que se
identifican directa o indirectamente los individuos, una identificación que
pasa por ubicarse dentro de ese arte o pensar en un arte diferente y
alternativo al que se presenta, una arte que ahora no está al servicio de
divisiones culturales materiales sino de la cultura misma y plena.
2) La Cultura como elemento central del municipio
Para
ello, interesa analizar la relación entre el proceso de construcción de esa
Cultura y, por ende, de esa Identidad.
El punto central
del análisis radica en cuando se piensa en una comunidad, en este caso, un
municipio, generalizando, simplificando o tratando de homogeneizar a todos y
negando la individualidad: recordar que la identidad se crea personalmente,
pero también se va conformando con nuestro entorno y el legado que se nos deja,
esto es, la Cultura
como parte que se crea y que se hereda (histórica). Porque para poder proteger
todas las identidades, se debe proteger el derecho individual, y así, también el
derecho colectivo: el derecho político, el derecho social y el derecho
cultural.
Cuando
integramos nuestra Cultura en nuestra identidad personal y social estamos
reconociendo:
- la influencia
de diferentes contextos donde hemos “sido” y donde estamos “siendo”,
- que toda
identidad supone alteridad, ya que si no existiera su antagonista no podría
reconocerse a la primera, pero ¿qué clase de alteridad es capaz de crear un
bien cultural por y para todos?
3) La educación como proceso individual, en
qué consiste y cuáles son sus aprendizajes. Cómo aborda el educador este
proceso.
Acceder a la Cultura común de lo
humano, es decir, la propia cultura de cada uno de nosotros crece a partir del
intento de romper con la única verdad, por lo que no crear algo como lo mejor,
sino dejar paso y mostrar otras opciones, otras alternativas, es la única
manera posible de conocer, y por tanto, elegir.
Pero, ¿qué tiene
que ver esto con la educación social? El educador es aquel designado para poner
en contacto al individuo con lo que sabe y no sabe, esto no quiere decir
rechazar o no aceptar y no respetar lo que sabe , lo que es , o lo que piensa
si no todo lo contrario, pues la educación debe permitir una mayor flexibilidad
y apertura hacia nuevas formas de conocimiento y de aprendizaje.
En este caso, el
educador social vendría a posicionarse en los siguientes contextos:
- potenciar
espacios en la comunidad, por la comunidad y para la comunidad, importante
desde edades tempranas hasta abarcar todo el ciclo vital, de variabilidad
indefinida, proyecto siempre a largo plazo…
- la
ciudad como espacio de convivencia y aprendizaje, algo olvidado en la
actualidad y cuya tarea de recuperación se denota necesaria como complemento
del punto anterior.
La
colaboración imprescindible entre las partes y la labor profesional de apoyo a
la misma, son las bases que conformen los procesos y tareas de aprendizaje y
trasmisión sea cual sea su índole, en esta ocasión, en una comunidad.
Sin
embargo, quizás el problema resida en la concepción de una
FDO: Azahara Horrillo Fernández
C-I-U-D-A-D
no
entendida para los
C-I-U-D-A-D-A-N-O-S
que residen en ella, impidiendo su uso y
disfrute y silenciando así uno de los derechos esenciales: la comprensión del
uso de los espacios y bienes públicos como acto de libre opción, decisión y, en
última instancia, de acción.FDO: Azahara Horrillo Fernández